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NO VOY A DECIRTE ADIOS (ALFAREROS)

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En Música

NO VOY A DECIRTE ADIÓS
(Su Historia)


A raíz del lanzamiento de la producción Pa'lante, muchas personas se preguntaron qué hacía esta canción en un disco que se suponía que era de alegría. Igualmente, a muchos le costó entender cómo una canción dedicada a mi abuelita podía ser de alegría y no de tristeza. Pues, en realidad, "No Voy a Decirte Adiós" es una canción de alegría y de esperanza.

María Castillo (1922-1998), mi abuelita, fue la tradicional abuela consentidora, la que me hacía mis meriendas, mis juguitos. Todo lo que yo pidiera ella me lo complacía. Mami, así le llamaba, era quien estaba pendiente de todo en la parroquia San Pablo (ciudad de la Romana, República Dominicana). Ella se encargaba de que esas flores no faltaran en la iglesia, y, a pesar de que la casa curial contaba con servicio de cocina, ella se encargaba de la comida de los sacerdotes en las ocasiones especiales y hasta en ocasiones normales. De esos sacerdotes recuerdo al padre Andrés Dumas, msc., al padre Reyes Suárez, msc. y al padre Emiliano Tardif, msc. El más valioso de los regalos que ella me dio fue el día que me llevó de su mano a la parroquia San Pablo. Aquel día estaba sentado al piano Fermín Amador con su sonrisa resplandeciente como siempre. Ése fue el inicio de mis apariciones casuales en el coro San Pablo, donde tocaba la melodía al piano durante el "Santo", sin temor a equivocarme. Sin esa acción de ella no hubiese sido posible que hoy existiera un ministerio llamado ALFAREROS.

El 7 de agosto de 1998 recibí la llamada de mi hermana Kathia, quien me informaba que Mami había fallecido. Ese día llego a La Romana, saludo a todos y salgo a hacer las diligencias y trámites en la iglesia para la misa, y, a la una de tarde, cuando termino, me siento frente al ataúd por primera vez y comienzo a llorar. Mi llanto es de alegría y de gratos recuerdos. Así como salían las lágrimas de mis ojos, así mismo sentí una lluvia que caía sobre mí. Eran las letras y melodías que el Señor estaba regalándome. En ese mismo momento recibí los acordes y las letras de la canción, las cuales no modifiqué y las dejé tal cual las recibí.

Un detalle de la canción que pocos sabían hasta ahora es sobre la melodía del final de la versión original (Alfareros Pa'lante 2000). Cuando la familia vivía en Santo Domingo, en la casa teníamos un piano acústico. Todos los días cuando yo llegaba, lo primero que hacía era ir al piano, tocar y cantar una canción para ella, las letras decían: YO QUIERO DESPEINAR A MI ABUELITA, A MI ABUELITA QUIERO DESPEINAR. Ella, inmediatamente, se ponía alerta, pues sabía que yo había llegado, y comenzábamos nuestro juego. Como es obvio, a ella no le gustaba estar despeinada por nada del mundo, pero a todos nos encantaba ese momento de bromas. Como recuerdo, al final de la canción, el piano toca la melodía: (sol, do, do, do, do, do, do, do, do, si, re) yo quiero despeinar a mi abuelita.

Han sido cientos los testimonios que he recibido de esta canción, como el de la familia Salinas de Reynosa México, el del locutor dominicano Joel Henríquez, o cuando la abuela de Virgilio Feliz falleció y el padre de Jennie Betances. Por estas razones hemos decidido hacer una nueva versión de esta canción, que ha dejado de ser una canción personal y se ha convertido en himno esperanzador de quienes tenemos la confianza de volver a ver a nuestros seres queridos, volver a verlos, aunque ya de una forma diferente, pues nuestra prioridad será contemplar la grandeza, la luminosidad y la belleza de nuestro DIOS Padre.

Gracias,

JUNIOR CABRERA
Director
ALFAREROS

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