San Juan XXIII
Angelo Giuseppe Roncalli nació en Lombardía (Italia) el 25 de noviembre de 1881. Fue el cuarto
hijo de un total de catorce hermanos del matrimonio formado por Giovanni Battista Roncalli y
Marianna Giulia Mazzolla quienes trabajaban como agricultores.
El ambiente religioso de su familia y la vida parroquial bajo la guía del Padre Francesco Rebuzzini,
le proporcionaron a Angelo una sólida formación cristiana.
Ingresó en el seminario de Bérgamo en 1892. En 1896 fue admitido en la Orden Franciscana Seglar
haciendo su profesión en 1897. El 10 de agosto de 1904 fue ordenado sacerdote en la Basílica de
Santa María de Monte Santo. En 1905, fue nombrado secretario del Obispo de Bérgamo y en el
año siguiente fue el encargado de la enseñanza de Historia y Patrología en el Seminario.
Durante la Primera Guerra Mundial, ejerció primero como sargento médico y más tarde como
capellán militar. En 1921, fue llamado desde Roma por el Papa Benedicto XV para ocupar el cargo
de Presidente para Italia del Consejo Central de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe.
El Papa Pío XI lo designó Arzobispo de Areopoli y fue enviado oficial para Bulgaria el 3 de marzo de
1925. En Bulgaria, realizó su labor apostólica visitando las comunidades católicas y estableciendo
relaciones de respeto y estima con otras comunidades cristianas, en especial de la Iglesia
Ortodoxa.
En 1934 fue designado Arzobispo de Mesembria y en 1935 fue nombrado delegado apostólico
para Turquía Su intervención para socorrer a miles de judíos de la persecución nazi mientras servía
como Delegado Apostólico del Vaticano en Turquía durante la Segunda Guerra Mundial fue crucial.
El 23 de diciembre de 1944, el Papa Pío XII lo nombró nuncio apostólico de Francia. Gracias a su
cortesía, su sencillez, su buen humor y su amabilidad pudo resolver los problemas y conquistar el
corazón de los franceses y de todo el Cuerpo Diplomático.
El 12 de enero de 1953 el papa Pío XII lo crea Cardenal, siendo designado como Patriarca de
Venecia.
Durante esta época solía navegar por los canales de la ciudad sin la vestimenta de cardenal y
detenerse para hablar con los más pobres quienes le contaban sus problemas.
El 28 de octubre de 1958, contando con casi 77 años, Roncalli fue elegido Papa ante la sorpresa de
todo el mundo. Ni los cardenales ni el resto de la Iglesia esperaban que el temperamento alegre, la
calidez y la generosidad del Papa Juan XXIII cautivaran los afectos del mundo.
Fue el primero desde 1870 que ejerció su ministerio de obispo de Roma visitando personalmente
las parroquias de su diócesis. Al cabo de dos meses de haber sido elegido, dio ejemplo de obras de
misericordia: por Navidad visitó los niños enfermos de los hospitales Espíritu Santo y Niño Jesús; al
día siguiente fue a visitar los prisioneros de la cárcel Regina Coeli.
En 1959, en la Basílica de San Pablo Extramuros y ante la sorpresa de todo el mundo anunció el
Concilio Vaticano II.
El 2 de diciembre de 1960 se reunió en el Vaticano durante una hora con el arzobispo de
Canterbury, Geoffrey Francis Fisher. Era la primera vez en más de 400 años, desde la excomunión
de Isabel I, que la máxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra se reunía con el papa. Durante su
Pontificado nombró 37 nuevos cardenales, entre los cuales por primera vez un tanzano, un
japonés, un filipino, un venezolano, un uruguayo y un mexicano.
Su magisterio social en las encíclicas Mater et Magistra y Pacem in terris fue profundamente
apreciado. En ambas pastorales se insiste sobre los derechos y deberes derivados de la dignidad
del hombre como criatura de Dios.
El 11 de octubre de 1962 el Papa Roncalli abrió el Concilio Vaticano II en San Pedro. Desde la
apertura del Concilio, el papa Juan XXIII enfatizó la naturaleza pastoral de sus objetivos: no se
trataba de definir nuevas verdades ni condenar errores, sino que era necesario renovar la Iglesia
para hacerla capaz de transmitir el Evangelio en los nuevos tiempos.
El 23 de mayo de 1963 se anunció públicamente que el Papa estaba enfermo de cáncer. Falleció
en Roma el 3 de junio de 1963. Fue beatificado por el Beato Juan Pablo II en el año 2000.
Los dos pontífices serán canonizados en una misma celebración, el 27 de abril de 2014.